miércoles, 29 de septiembre de 2010
LA LITURGIA
El ruido al comienzo era casi inperceptible, lentamente fue aumentando sus intensidad, hasta molestar a quien pudiera encontrase cerca, algo parecido a rock pesado, terminando en unos alaridos guturales. Hablaría con su hijo para que cambiara ese tipo de indicador de llamada. La mujer tomó apresuradamente su bolso, afanosamente buscó entre sus pertenenecias, maldiciendo en silencio la rutina de siempre, cuando ese aparato sonaba, nunca lo encontraba,es que a decir verdad, no era muy aficcionada, según sus palabras, a usar el celular. Lo encontró al fondo de su bolso de mano,entre papeles, espejos, cremas, y de todo un cuanto pueda haber en las carteras femeninas, lo tomó rapidamente, apretó el botón verde, miró en la pequeña pantalla el número de procedencia de la llamada, era su amiga Ester, solía llamarla de inmediato cuando se enteraba de algo. Que maravilloso invento este, antes era necesario recurrir a todo un protocolo formal para visitarse, y así enterarse de lo último ocurrido, ahora bastaba con marcar un número, y donde uno estuviera, era posible comunicarse con todo el mundo, que pena que esto no fuera posible hace algunos años atrás, entonces ella habria tenido mejor suerte con los muchachos de la escuela.
- Hola querida, estaba justamente pensando en ti- ...
- ¿ Cuál ? ¿ el azul con bordados en las mangas ? - Te queda regio ese vestido linda -
- No, no la he visto ya hace unos dias.-
- ¿ Qué..!!! ? no, no me digas, ¿ se han separado ?
- Tú sabes que él nunca fue santo de mi devoción, pero creo que ella también tiene sus cositas escondida, además están los niños. -
- ¿ Estás segura ? Ah.-
-. Nooo, pero se ve cada cosa cada día - A medida que hablaba, la voz iba también subiendo de tono de acuerdo al notición recibido.
- No, no lo he visto hoy, pero iré a verlo más tarde, entonces te cuento -
- Ok, pero no falles, mira que te estaré esperando... ¿ QUÉ..!! ? ALO..! ALO..!! ¿ Ester? ... parece que la corbertura no es buena, te escucho muy mal .. ya, mejor así, hasta pronto, ah, y dile a tu hijo que no sea tan ingrato, y que vaya a visitar a su tía solterona más seguido, un besito, chao, nos llamamos.
Se aseguró que la llamada estuviera realmente terminada, no quería sorpresas con la compañia, cuando la cuenta le llegara a fín de mes. Pensando en la noticia, sonrió levemente. - Como si a alguien le extrañara eso, pensó -. Abrió lentamente su bolso y con sumo cuidado depositó en su interior el celular, entonces recién pudo notar que el silencio a su alrededor, era sepurcral. En un movimiento casi circular recorrió todo el amplio lugar, notando que ella era el objeto de todas las miradas, algunos sonreían, otros con movimientos delicados le criticaban su comportamiento. Entonces miró al frente suyo, ya que ella siempre se sentaba en primera fila, allí al frente muy serio, estaba el cura Alfonso.
_ Hermana, como veo que ha terminado su charla, entonces ahora podemos continuar con nuestra santa misa, ¿ le parece ? –
Simón Reyes
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