Elegía a Claudia
Te fuiste,
silenciosa y gris
como las mañanas de invierno
y las nubes abrazaron mis lágrimas
con su llanto.
Te marchaste
al atardecer,
como ella,
como él,
a formar parte de mis ausencias.
Me dijiste adios
y la losa que me cubre
se hizo más pesada
más doliente.
Te fuiste
y las huellas que señalaban
la palabra amistad
se borraron.
Te fuiste, querida amiga,
y el luto cubre hoy mis letras
mi vida.
Enhorabuena por el poema
ResponderEliminary siento mucho esa pérdida.
Cuando habla la letra de la ausencia, mejor callar.
Aqui nos tienes.
Gracias, Mariluz.
ResponderEliminarEl cariño de tus palabras me abraza y consuela.
Sigo tus letras, aunque no las comente.
Gracias.
Un abrazo.
Gracias a ti también.
ResponderEliminarEs bueno verte por esta casa.
Y si eso te ayuda/nos ayuda en las bajadas,
bueno doblemente.
Un abrazo.
Sentido poema magistralmente escrito, Natalia. Mis condolencias por la pérdida y mis felicitaciones por el texto.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, trendeotonyo.
ResponderEliminarUn abrazo.